Esos amores de verano, despreocupados, caprichosos, prematuros y sobretodo dulces, muy dulces. Esos que hacen que te rompas la cabeza, en cambio todos esos caprichos del verano acaban igual. Mal. Pero a la vez es lo mejor ¿No? Sí, es lo mejor. Además, esos caprichitos no van a ningún lado, sólo son la complicidad de un verano, bajo el sol de cualquier lugar, de todas formas... Esos besos con sabor a helado y esos baños en pareja en la playa seguirán ahí, y seguiran siendo una de esas cosas que se recuerdan cuando después de una primavera larga, llega el calor del verano. Esos caprichos del verano.
martes, 26 de abril de 2011
Verano y sus amores caprichosos.
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